El mismo sitio, las mismas cosas , de Tim Gautreaux: la dignidad entre el óxido y el barro

Portada de El mismo sitio, las mismas cosas, de Tim Gautreaux

En la literatura norteamericana del sur profundo, pocos autores han conseguido, como Tim Gautreaux, explorar los márgenes de la vida cotidiana sin rendirse al patetismo ni al folklore. El mismo sitio, las mismas cosas (1997), su primer libro de relatos traducido al español, reúne cuentos que nacen del calor húmedo de Luisiana, del olor a gasóleo y serrín, del ruido de los remaches, los barcos de dragado, las gasolineras o los talleres mecánicos. Pero, sobre todo, nacen de los silencios interiores de sus personajes: hombres y mujeres que han envejecido demasiado pronto, que se aferran a oficios que el mundo empieza a olvidar, que se equivocan pero no renuncian, que fallan pero no se rinden.

Cada cuento de este volumen parece tallado en madera vieja, con vetas visibles y manos que saben lo que hacen. Gautreaux —también él hijo de un maquinista ferroviario y aficionado al boxeo amateur— observa con un respeto casi reverencial a sus personajes, incluso cuando tropiezan. No hay condescendencia en su mirada, sino una voluntad ética de comprender lo humano a través de la acción: lo que hacemos, lo que decimos sin querer decirlo, lo que tratamos de reparar aunque ya sea tarde.

La colección abre con «El mismo sitio, las mismas cosas», una historia perfecta en su concisión sobre la rutina y la culpa: narra la peripecia de un técnico de bombas de riego que va reparando averías a domicilio, pero en una de las casas encuentra a una femme fatale rural, aburrida de su vida en ese lugar, que le indica dónde puede encontrar a su marido y la bomba que debe reparar. Este relato, posiblemente el mejor de toda la colección tiene una serie de giros que dejan al lector sorprendido.

Los once cuentos restantes que componen este libro son:

  • «Esperando las noticias de la tarde» nos cuenta el desastre ferroviario que provoca un conductor de trenes medio borracho y cómo es incapaz de asumir las consecuencias. 
  • «El cielo en Las Vegas» nos narra una partida de cartas entre los trabajadores de un barco de vapor en el río Misisipi en la que cada jugador cuenta a su vez una historia sorprendente. 
  • «Merlin LeBlanc busca esposa», cuenta la historia de un hombre viudo que tiene que hacerse cargo de su nieta por el fallecimiento de su hija en un accidente y decide buscar una esposa.
  • «Navegantes del pensamiento» tiene como protagonistas a los integrantes del equipo de un barco remolcador, todos ellos exprofesores universitarios de literatura. Tendrán que enfrentarse a una labor de arrastre complicada que acabará en tragedia. 
  • «Gentes en la carretera vacía», narra la historia de un impetuoso conductor de camiones al que le gusta demasiado la velocidad y pide consejo a una presentadora de radio para que le enseñe a tener más paciencia. 
  • «El fumigador» narra el quehacer de un fumigador a domicilio que tiene una relación extraña con sus clientes. 
  • «Ranas en una acequia» nos cuenta la historia de un joven botarate y los intentos de su abuelo para que siente la cabeza y se convierta en una persona decente. 
  • «Licencia para robar» tiene como protagonista a un hombre alcoholizado y sin trabajo al que abandona su esposa y se ve obligado a buscar un empleo para poder mantenerse.
  • «La niña de Floyd» cuenta la historia de una niña secuestrada ala que unas familia trata de rescatar.
  • «Volver» cuenta la historia de un ama de casa tiene que ayuda a volver a su base a un militar vietnamita que está haciendo prácticas de helicóptero y aparece perdido en su jardín.
  • “El regalo del ayudante Sid” relata la historia de un hombre que le cuenta a un cura la historia de su furgoneta, robada por el mismo ladrón varias veces y cuál ha sido el sorprendente final.

Lo extraordinario, en Gautreaux, no es la anécdota ni el giro final, sino cómo late la historia entre las palabras. Su prosa es contenida, directa, ajena a cualquier alarde. La sintaxis sigue el ritmo del habla, como si los cuentos fueran historias contadas al atardecer, en un porche de madera, con una cerveza en la mano. Hay en sus frases una gravedad serena, una forma de decir sin subrayar, que recuerda por momentos al Carver más caluroso o a Flannery O’Connor sin el delirio religioso. Pero Gautreaux tiene su propia voz: más empática que irónica, más leal a la experiencia que a las ideas.

Es significativo que casi todos los personajes del libro sean obreros, mecánicos, ferroviarios, exmilitares o empleados de servicios públicos. Sus trabajos no son sólo contexto: son forma de estar en el mundo. Hay un amor profundo por la herramienta, por la destreza, por el hacer bien las cosas incluso cuando nadie las ve. En este sentido, el título del libro —El mismo sitio, las mismas cosas— no alude solo a la monotonía, sino a una fidelidad obstinada al lugar y al gesto. Repetir lo mismo puede resultar en ciertos casos una especie de fracaso, pero también una forma de resistir el paso del tiempo, de guardar algo que aún importa.

Tim Gautreaux, como Chejov o Alice Munro, sabe que la literatura no necesita grandes fuegos artificiales para conmover. Basta un hombre que arregla un ventilador para una madre enferma. O una mujer que pone un plato más en la mesa por si él vuelve. Con esa sensibilidad, el autor construye una cartografía emocional de vidas humildes que rara vez aparecen en las noticias, pero que sustentan la dignidad de un país.

El mismo sitio, las mismas cosas no es sólo un libro de relatos bien escritos. Es un libro justo. Y eso, en estos tiempos, no es poca cosa.

El mismo sitio, las mismas cosas. Tim Gautreaux. Editorial La Huerta Grande.

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016), Camino sin señalizar (2022) y El sicario del Sacromonte (2024).

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