La noche de la verdad, de Albert Camus: el escritor comprometido

La noche de la verdad, de Albert Camus, reúne parte de su obra periodística. Al margen de la indudable calidad literaria de los textos, tras leerlo, creo que no hay duda ninguna del compromiso social, político y humano que tenía Albert Camus.

El escritor comprometido

A propósito de lo que debe ser un escritor comprometido, hay una obra de John Dos Passos titulada Años inolvidables que comienza con un recuerdo del escritor:

Una tarde estábamos sentados en el restaurante de Moskowitz en el Lower East Side de Nueva York. Tuvo que ser durante la época de la prohibición porque bebíamos vino hecho con nabos.
Un muchacho pálido, de cabellos negros y aire tenso, se acerca desde otra mesa, se deja caer en el asiento frente al mío y nos hace saber que es un estudiante del último año de bachillerato. Me lanza una mirada de odio desde el otro lado de sus gafas.
«Le he estado observando toda la tarde».
«¡Cielo santo!»
«Lo que quiero saber es por qué no se comporta como un escritor».
«¿Cómo tiene que comportarse un escritor?»
«Usted sabe tan bien como yo cómo ha de comportarse un escritor».
Intenté tranquilizarle. «Supongamos que lo sé», contesté con la mayor amabilidad posible. «¿Cómo sabes que quiero comportarme como un escritor?»
Me fulminó a través de sus gafas. Buscaba las palabras justas. Se puso de pie. «Déjeme que le diga una cosa», balbuceó casi sin aliento, «conocerle a usted me ha desilusionado completamente».

Siempre me gustó este comienzo. Quien conozca un poco sobre la vida de John Dos Passos sabrá que, al menos en ciertas etapas de su vida, fue un escritor comprometido, aunque ese muchacho con el que cruzó unas palabras lo puso en duda. Albert Camus es de los escritores que no dejan resquicio posible de duda, en ese sentido los escritos reunidos en La noche de la verdad, dan buena muestra de ello.

En La noche de la verdad Albert Camus deja al lector testimonios de conflictos humanos universales causados por el debate entre la democracia y el totalitarismo a mediados del siglo XX y que tuvieron a Francia como escenario.

Albert Camus participó como miembro de la Resistencia en Francia en la década del 40, en plena Segunda Guerra Mundial y con un país ocupado por los nazis. En una situación tan delicada como esa, de forma comprensible, fueron muchos los que huyeron o se escondieron. Albert Camus no fue de uno de ellos; todo lo contrario: él alzó su voz con valentía en nombre de un pueblo oprimido, pues su afán era la justicia y la libertad.

Contexto de La noche de la verdad

La noche de la verdad reúne los artículos que Albert Camus escribió en el periódico de la resistencia francesa «Combat»,entre 1943 y 1947 durante la Segunda Guerra Mundial, cuando ocurría la ocupación nazi en Francia.

Combat fue un medio de difusión de la información suministrada por las oficinas del Ejército y de oficiales confidentes. Entre los colaboradores en este medio se cuentan a Henri Frenay, fundador de la red, Georges Bidault, miembro del Comité director de Combat., Jean-Guy Bernard, «secretario general» del movimiento, o Berty Albrecht, encargada del Secretariado General y amiga de Henri Frenay.

Por aquel entonces Albert Camus había publicado El Extranjero y El mito de Sísifo en el año 1942 y fue entonces cuando lo contrataron como jefe de redacción en este periódico que circulaba clandestinamente. Estas publicaciones se convirtieron en un órgano de divulgación de ideas y también de enfrentamiento intelectual que acompañaron a la heroica resistencia armada de Francia, nación que finalmente logró la desocupación nazi del país en agosto de 1944.

Gracias a esta revista, donde casi a diario Camus escribía los editoriales, la resistencia logró insuflarle un espíritu de solidez intelectual a todo el proceso histórico que se estaba viviendo y con esto se convirtió en uno de los testigos morales europeos más importantes del siglo XX.

El poder y vigencia de la palabra

Este es un ejemplo extraordinario del poder de la palabra y de cómo una inteligencia se puede enfrentar a situaciones políticas adversas manteniendo la dignidad.

Albert Camus planteó la situación del hombre frente al mal, tema que hace que su discurso literario no pierda vigencia en el tiempo.

Con su estilo y su modo de decir las cosas, sus textos hicieron eco de inmediato. El mérito de Camus es que, casi ochenta años después, las palabras de Camus no han perdido su vigencia y todavía resuenan aunque ahora lo hagan en otros contextos del mundo que viven situaciones apremiantes debido a sus sistemas políticos que abogan por el inhumano totalitarismo (ya sea de un signo u otro) que corroe las entrañas de muchas naciones.

Estilo de La noche de la verdad

Albert Camus abordó de manera exhaustiva problemáticas de la contemporaneidad que tocaban de cerca su fibra de escritor crítico. Por la vinculación que tuvo con los acontecimientos que dan pie a sus textos, se puede valorar su recopilación como una crónica autobiográfica.

El escritor emplea palabras sencillas, pues a quien quiere llegar es a los ciudadanos del pueblo. De ahí su tono discursivo en ocasiones similar al de un mitin donde afloran todas sus ideas sobre la libertad, la muerte, la rebelión y la revolución.

La voz de Albert Camus es la voz de una multitud que grita y se rebela contra la injusticia. Se trata de seres humanos que defienden sus vidas de la presión de los extremos partidistas de entonces.

Escribe en forma de ensayo claro y contundente las vivencias del día a día de un pueblo que clama la Democracia Popular. Camus estaba del lado de los inocentes que eran víctimas de quienes impulsaban ideas antidemocráticas y que promovían la escasez entre otras injusticias sociales.

En La noche de la verdad se aprecia, bajo la prosa inconfundible de Albert Camus, cómo el escritor abocaba a entramar reflexiones que emergían de los escombros dejados por los acontecimientos vividos en Francia en 1944 y que proyectaban el futuro de la nación, tras la liberación acaecida el 25 de agosto de este mismo año.

Cualquier lector de La noche de la verdad, comprenderá, a poco que lleve comenzado su lectura, que Albert Camus fue un ejemplo digno y modélico de aquello que un muchacho le reprochó a Dos Passos: él sabía perfectamente cómo debía comportare un escritor y lo hacía con naturalidad, sin vanidad, asumiendo con valentía la voz de la moral y del bien común para inspirar la reconstrucción de Francia y otros países europeos.

En ese sentido, me emocionaron mucho todas las referencias que hace a España, a cómo el país ha sido abandonado a su suerte quedando inmerso en una dictadura que todavía habría de durar años. Como toda la obra de Albert Camus, es imprescindible, magnífica, rotunda y, además, con una prosa bellísima. ¿Qué más puede pedir un lector?

La noche de la verdad. Albert Camus. Debate.

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

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