Las 500 mejores novelas del siglo XX. Década 1901-1910

Para los lectores interesados en la buena literatura y que requieran de una guía de lectura fiable y contrastada, les ofrecemos esta lista de las que, a nuestro juicio, consideramos las 500 mejores novelas del siglo XX. Abarca cada uno de los cien años del siglo y pertenecen a 66 países de los cinco continentes. Muchas de estas novelas escapan de las convencionales recomendaciones al uso, recuperando autores ahora olvidados o pocos conocidos, siguiendo un escrupuloso criterio de selección que explicamos en este artículo.

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1901

Kim. Rudyard Kipling. Gran Bretaña       

Con un marcado acento oriental, es la historia de dos compañeros, un anciano y un niño, que deciden recorrer el país sin un camino prefijado, movidos por la mera superstición, por los sueños o las profecías. Un gran relato de aventuras y sobre todo, la historia de una hermosa de amistad. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX)

La fontana sagrada. Henry James. EE.UU.  

Henry James fue el primer escritor que utilizó la ambigüedad como medio de incentivar en el lector su participación explícita en la novela. Con un estilo alambicado y complejo, todo el texto está impregnado de una calculada subjetividad. Esta obra es la culminación de esta tarea hasta el punto de que el propio protagonista duda de sus propios pensamientos. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX)

El sabueso de los Baskerville. Arthur Conan Doyle. Gran Bretaña           

Una historia en la que se mezcla el misterio, el crimen y algunos elementos propios del género gótico, pero ante todo, la novela que consagraría la creación de un personaje, Sherlock Holmes, que ha quedado en la conciencia colectiva (incluso de quien nunca ha leído sus aventuras) desde hace ya más de un siglo. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX)

Jerusalén. Selma Lagerlöf. Suecia            

La bondad siempre ha tenido muy mala prensa, y por eso precisamente merece la pena disfrutar de esta novela aunque sea para comprobar la alegría que es capaz de transmitir un texto cuando trata de mostrar las virtudes de los seres humanos. En esta obra, salvo quizá un personaje, no hay ningún otro que podamos considerar oscuro, atormentado o infeliz. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1902

El inmoralista. André Gide. Francia 

Aunque escrita en 1902, esta obra es de rabiosa actualidad porque plantea una cuestión que aún nos encontramos en nuestros días: el conflicto entre individuo y colectividad, la capacidad real de ser libre en un mundo en el que parece que cada cosa está reglada hasta en el último detalle. Esta novela es la historia de una lucha, la lucha por la propia libertad. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Las alas de la paloma. Henry James. EE.UU. 

Henry James explota en esta novela hasta sus últimas consecuencias determinados sentimientos que pueden surgir a partir de una delicada situación, como son la amistad, la compasión, la solidaridad o el interés personal. James idea la trama, la reviste de un decorado adecuado y mueve los personajes a su antojo hacia situaciones extremas aunque siempre exquisitas. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

La caída del rey. Johannes Vilhelm Jensen. Dinamarca        

Johannes V. Jensen se erige como un maestro de la descripción, mostrando en esta novela las aristas más delicadas de la realidad, la cara silenciosa de la verdad, los sentimientos que no pueden expresarse, el miedo, la congoja, la servidumbre, la falta de confianza, el sangriento devenir de la historia sobre las vidas de los hombres. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1903

Los embajadores. Henry James. EE.UU. 

Henry James fue un maestro en la elección del punto de vista, y con esta novela vino a demostrar que una historia aparentemente sencilla puede complicarse hasta el extremo si el personaje protagonista tiene unas determinadas cualidades (o una falta de ellas) que lo hacen poco fiable a los ojos del lector. Un viaje fascinante por la ambigüedad de una trama. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Santuario. Edith Wharton. EE.UU. 

Lo que convierte esta novela en excepcional es su fino tratamiento de un dilema moral, que discurre como una corriente subterránea sobre la cual aparecen los movimientos y los diálogos de los principales personajes. Pocas veces ha dicho tanto una protagonista con un simple gesto, con una mirada, con su mera presencia. La expiación se va entretejiendo en la oscuridad mientras que a la luz de la ambición, los demás personajes se inclinan hacia el éxito y el interés propio. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1904

Nostromo. Joseph Conrad. Gran Bretaña   

Esta obra es un exacto mecanismo de relojería que va desvelando con pulso firme situaciones cada vez más complejas, donde las acciones morales se llevan a cabo por razones equivocadas, los ideales irrealizables no llevan nunca al orden y a la prosperidad y los personajes se encuentran más allá de sus posibilidades. Francis Scott Fitzgerald afirmó que hubiera preferido haber escrito Nostromo a cualquier otra novela. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Mansiones verdes. William Henry Hudson. Argentina    

Es la historia de un joven venezolano que huye de su país, una vez fracasada una intentona revolucionaria, una más en aquel país sudamericano. Para ello, busca el cobijo de la selva y se adentra en ella por el territorio ignoto de la Guayana, en las márgenes del río Orinoco. Su aparición entre las diversas tribus aborígenes que va conociendo no es bienvenida, y como los conquistadores españoles, termina de forma absurda siguiendo la ruta de un posible filón de oro que cree descubrir tras una conversación con un indio. Un profundo canto a la naturaleza. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

La copa dorada. Henry James. EE.UU. 

La novela parte de una situación muy del gusto de Henry James: el poder económico de unos americanos se impone a la raigambre cultural europea, la cual compran sin ningún tipo de pudor. Los conflictos personales se mezclan con los económicos y los dos confluyen en un complejo dilema ético. La copa dorada es un prodigio de estructura narrativa, difícilmente igualado más tarde, que en cualquier caso hizo posible el desarrollo posterior de la novela del siglo XX. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

El difunto Matías Pascal. Luigi Pirandello. Italia     

En un manuscrito leído 50 años después de su muerte, Mattia Pascal va a demostrar que él murió dos veces, y que se equivocó en una de esas muertes. Las noticias que den sobre su persona no le honrarán mucho, pero él se encuentra en unas circunstancias tan excepcionales que se considera fuera de la vida, y por tanto, sin obligaciones ni escrúpulos de ninguna clase. Una novela en la que la máscara se convierte en una forma de vida. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1905

Doctor Glas. Hjalmar Söderberg. Suecia  

Hjalmar Söderberg imaginó a un médico un tanto cínico, reprimido sexualmente, solitario, que escribe un diario sobre su poca atractiva vida y que en un momento determinado se enfrenta ante la decisión de asesinar a alguien por una buena causa, con la casi completa seguridad de quedar impune. Un excepcional relato existencialista que pone patas arriba la ética más elemental. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Kipps. H. G. Wells. Gran Bretaña  

La extensa obra narrativa de H. G. Wells fue el fiel reflejo de su época y de su evolución como intelectual. Seducido en un principio por la ciencia, escribió para este género las que sin duda son sus novelas más célebres. Una vez reconocido como escritor, Wells se mostró mucho más ambicioso a la hora de elegir los temas para sus historias. Kipps es un buen ejemplo de ello, una novela claramente social que parte de la vida de un hombre sencillo. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1906

Las tribulaciones del estudiante Törless. Robert Musil. Austria

Para su época, este libro representa un escándalo, porque pone todo el énfasis en denunciar los demonios de una sociedad opulenta y dormida que desconoce de qué modo crecen sus hijos en los internados a los que los envían. Una descarnada reflexión sobre un tema que en el momento de la escritura de la obra estaba muy en boga: la voluntad de poder nietzschiana. La conclusión será terrible: el envilecimiento es una soledad más y un nuevo muro más sombrío. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

La jungla. Upton Sinclair. EE.UU. 

La jungla es un libro durísimo, brutal y desmesurado. Durante su lectura se tiene un angustioso nudo en la garganta, que no da tregua ni un solo minuto. Novela poco adecuada para mentes especialmente sensibles, la obra puede producir un cierto asco que queda mitigado ante la impresionante descripción de la realidad social y económica que vivía Chicago a principios del siglo XX y finales del XIX. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

El diario de Adán y Eva. Mark Twain. EE.UU. 

Una regocijante serie de textos escritos en distintos años de la vida de Twain, que tienen en común la difícil idea de mostrar cómo fueron las primeras experiencias y los curiosos sentimientos de esta primigenia pareja, contados por ellos mismos. El ingenio del escritor se refuerza con el contraste que supone para el lector la ignorancia supina de Adán frente al conocimiento que nosotros tenemos de las cosas que él ve y descubre: sabemos que Adán no cesa de sacar conclusiones erróneas y disparatadas, pero también comprendemos que cualquiera en su lugar haría lo mismo. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1907

La madre. Máximo Gorki. Rusia    

Gorki logró aunar en la misma novela el estruendo de una revolución social, el relato de una conspiración y la humilde historia familiar de una madre que apoya a su hijo en sus más azarosos momentos. Materiales tan diversos pueden encontrarse en esta novela que dejará perplejo al lector de hoy, poco acostumbrado a asistir a discursos claramente ideológicos en las páginas de un libro de ficción, con el placer de adentrarse en una historia sensible y a la vez dura y corrosiva. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Los hermanos Tanner. Robert Walser. Suiza     

La obra despliega ante nuestros ojos la historia de una curiosa familia de hombres dichosos en su desdicha. Es el relato de un aparente vacío existencial que se llena constantemente de detalles luminosos y profundos, como si los personajes fueran de arcilla y se pudieran descubrir en ellos capas que nos los hacen cada vez más cercanos y entrañables. Lo que en Kafka es onírico, en Robert Walser se convierte en pesadilla. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1908

Los siete ahorcados. Leónidas Andreiev. Rusia 

Los siete ahorcados es un estudio sobre la muerte, un estudio profundo sobre las últimas horas de siete personas que son condenadas a morir en la horca. Y lo curioso y certero de este relato es que está contado sin dramatismo, como si fuera una crónica más de la vida, una vida que se encontraba en esos momentos convulsa por la revolución. Un feroz alegato contra la pena de muerte, sin sentimentalismos, pero con una certera mirada no exenta de sobrecogimiento. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

El infierno. Henri Barbusse. Francia 

Un hombre cualquiera entra en una habitación cualquiera de un hotel cualquiera. Ni siquiera sabemos su nombre; da igual. Precisamente lo que importa es ese anonimato enclaustrado en el más impersonal de los espacios. La estancia posee una peculiaridad: a través de una ranura en el tabique, por encima de una puerta condenada, se ve la habitación de al lado. Este hombre tiene a su disposición un espacio secreto por el que podrá entrar furtivamente en la vida de los demás. Su mirada será nuestra mirada durante toda la obra. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Cuento de viejas. Arnold Bennett. Gran Bretaña    

La actitud de Arnold Bennett a la hora de escribir Cuento de viejas fue la de darle sentido a las vidas de las personas normales, apartando la tentación de convertir en una heroína a sus mujeres protagonistas. En este sentido el lector que se enfrente a la novela no va a leer grandes momentos, vidas interesantes, aventuras desgarradoras que llevan a las personas al camino de la miseria y la degradación, o al camino de la prosperidad a través de un golpe de suerte, sino la heroicidad de dos hermanas que, como mujeres, superan con su integridad y sus vidas su existencia en un mundo de hombres. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

El hombre que fue Jueves. G. K. Chesterton. Gran Bretaña    

Chesterton inventó un monstruo romántico y extraordinario: el anarquista metafísico, el hombre al que no le basta aniquilar algunos déspotas y algún que otro reglamento de la Policía. Quiere abolir las distinciones arbitrarias entre el vicio y la virtud, el honor y el deshonor en que se fundan los simples rebeldes. El anarquista metafísico en realidad quiere abolir a Dios. Con una imaginación desbordante y una destreza narrativa prodigiosa, Chesterton nos lleva de la mano por una trama carnavalesca que no busca la verdad ni la verosimilitud, sino el asombro. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

El ayudante. Robert Walser. Suiza     

En Robert Walser, como en Kafka, hay un humor sutil y exquisito que nace del contraste entre la realidad y el pensamiento o la conducta de los personajes. El lector está leyendo una cosa, pero Walser le quiere decir otra, y en esa perplejidad es donde hallamos la verdadera magia de esta novela. Hay algo de sensual y noble en el comportamiento del protagonista: prefiere no-ser a ser porque en su interior piensa que, al fin y al cabo, en el mundo hay seres muchos más poderosos que él, y no deja de reconocer sus marcadas limitaciones en el oficio de vivir. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1909

El agente secreto. Joseph Conrad. Gran Bretaña    

El agente secreto es la única novela de Conrad donde aparece el humor, un humor amargo, sarcástico y despiadado. Su lectura no producirá ni una sola sonrisa, pero la forma de presentar los hechos penetra en el lector a través de un recurso muy efectivo: la ironía. Conrad no tendrá piedad con sus personajes, esos anarquistas que en esa época imponían sus ideas mediante la destrucción, intentando movilizar las conciencias a través de actos violentos. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

La puerta estrecha. André Gide. Francia

En esta novela, el amor y la religión están absolutamente unidos. Para Gidé era una consecuencia lógica de una época en la que, especialmente las mujeres, estaban sujetas a los dictados más restrictivos de la religión, y que para el autor sirven para abordar un tema imperecedero: el amor que no se consuma por exceso, el amor que termina deteriorándose por la búsqueda continua de la perfección en ese amor. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Martin Eden. Jack London. EE.UU. 

Martin Eden es la novela donde Jack London explicó sus comienzos como escritor, una novela que rezuma vida y autenticidad en todas sus páginas. Estamos ante el retrato exacto de su personalidad, indómita, luchadora, rabiosamente individualista. Martin Eden es un muchacho de veintiún años que, a puñetazos, salva de una agresión al hijo de un rico abogado. Esto le abre las puertas de la sociedad burguesa de su ciudad, donde conoce a una joven universitaria a la que decidirá seducir mediante la cultura, a pesar de ser un simple marinero. Pura autenticidad y dinamismo. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Jakob von Gunten. Robert Walser. Suiza     

Jakob von Gunten es un estudiante obediente y disciplinado, un ser vulgar que está seguro de una cosa: que el día de mañana será un encantador cero a la izquierda. Los alumnos del Instituto Benjamenta casi no tienen tarea. Es poco lo que le enseñan y no paran de repetirlo; aprenden de memoria el reglamento que rige el centro, aunque no conoceremos su contenido; están condenados a extraños períodos de ocio, que invierten en quedarse acuclillados, sentados, de pie o tumbados en un rincón. Un mundo de pesadilla imaginado por el mejor Robert Walser. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

1910

Una aldea. Ivan Bunin. Rusia  

Esta es la historia de dos hermanos, separados cuando son adultos por sus diferentes formas de entender el mundo pero unidos por su común origen: la sociedad rusa. Un relato cruel del sometimiento del hombre a la tierra y a los tiempos que le ha tocado en suerte vivir por su nacimiento. Lo único que puede diferenciarnos es el temperamento, la propia personalidad, pero hasta ésta se encuentra contaminada por las circunstancias vitales, casuales. Es la gran novela anterior a la Revolución rusa y la que, en gran medida, la explica. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira. Roberto J. Payró. Argentina

Una de las más demoledoras crónicas sobre la política que jamás se han escrito. Podría pensarse que tratándose de una novela que se desarrolla a principios del siglo XX y en un país como Argentina, su actualidad pudiera estar en entredicho, pero precisamente en esa actualidad reside su principal atractivo. Es como si Payró nos dijera desde hace un siglo que la política es siempre la misma escalada de ambición y cinismo que podemos ver en nuestros días, que hay un común denominador en el obrar de los políticos, sean de la condición que sean y vivan en la época que vivan. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

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Acerca de José Luis Alvarado

Dijo el sabio griego que nada es comunicable por el arte de la escritura; tras apurar la copa de seca cicuta, su discípulo dilecto lo traicionó y acaso lo perfeccionó transmitiendo por escrito sus irónicos conocimientos.Como antes hiciera Montaigne, pienso que la obra de un autor se prolonga y modifica cada vez que se escribe sobre ella. La memoria, que fue oral y minoritaria, ahora se multiplica con cada palabra que integra y justifica el continuo universo, también llamado la Red.

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