El don. Mai Jia. La inteligencia llevada al extremo de la locura

El don, de Mai JiaLa mayor parte de las lecturas que hacemos suelen provenir de algún tipo de recomendación o crítica que nos haya llamado la atención. Pero de vez en cuando, al menos en mi caso, hay ciertos títulos que simplemente me resultan atractivos y decido leérmelos, sin tener la menor referencia, ni noción alguna de la historia, ni del autor. El don, de Mai Jia, ha sido uno de esos casos que, además, puedo considerar como afortunados, porque en mi opinión se trata de una muy buena novela.

Cuando después de leer el libro indagué un poco en las críticas existentes y comencé a recabar alguna información sobre el autor, descubrí un tanto sorprendido que, en primer lugar, no se trataba de una novedad literaria, aunque sí lo sea aquí en España, pues el libro fue publicado originalmente en 2002 y, en segundo lugar, que la obra ya había sido un éxito en el resto del mundo. Otra curiosidad, para quienes les guste conocer este tipo de datos, es que el autor empleó más de diez años para escribir esta novela, lo que desde mi punto de vista, es bastante significativo, pues los trabajos literarios que se producen tan a largo plazo suelen terminar dando muy buenos resultados.

El protagonista de esta historia es Rong Jinzhen, cuya vida empezamos a conocer a través de la breve relación de algunos antepasados, entre los que figuraba su abuela Rong Youying, una mente brillante, especialmente en las matemáticas, cuya familia fue fundadora de una prestigiosa Universidad china. Siendo todavía un niño, Rong Jinzhen se queda huérfano, bajo la tutela de un anciano que conocía a su madre. El hombre lo trata bien, aunque el muchacho presenta problemas para relacionarse, con un comportamiento cercano al autismo, pese a lo cual termina tomándole afecto y le enseña algunos conocimientos. Es así como descubre que el niño tiene cualidades que lo hacen un tanto especial y, cuando aquejado de una enfermedad, intuye que le queda poco tiempo de vida, le hace prometer a un profesor universitario amigo suyo que cuidará de Rong cuando él muera, haciéndole ver que el chico posee un inusual y extraordinario don para las matemáticas e insiste en que lo tiene que llevar a la Universidad para que allí pueda formarse y desarrollar por completo su capacidad. Desde ese momento, la familia del profesor se convertirá para Rong en una verdadera familia que lo acoge y de la que recibirá el cariño que nunca tuvo.

Cuando su nuevo tutor descubre el potencial del chico, que parece poder solucionar ciertos problemas matemáticos más por intuición que por su propio conocimiento, comienza a enseñarle algunas nociones de matemáticas que Rong asimila, casi deglute, a un ritmo vertiginoso. Su paso por la escuela se adelanta debido a la rapidez con la que Rong Jinzheng adquiere conocimientos y, cuando acude a la Universidad, ni siquiera tiene la edad mínima requerida. Sin embargo, allí pronto despunta al ser el único alumno capaz de resolver los problemas planteados por Liseiwicz uno de los profesores de la Universidad, llamando inmediatamente su atención. Pronto establece una relación bastante especial con el profesor Liseiwicz, un genio de las matemáticas de comportamiento algo vanidoso, quien lo anima a trabajar en el campo de la inteligencia artificial. Pero el don de Rong Jizhen termina llamando la atención de los estamentos políticos, que requieren sus servicios para aplicarlos en el mundo de la criptología y del espionaje.

Es así como el muchacho es apartado de su familia y comienza un nuevo ciclo en su vida, pasando a formar parte de un sistema secreto y extremadamente rígido que le impide cualquier tipo de relación y casi ninguna comunicación fuera de su propio trabajo. El esfuerzo que se le exige a Rong Jinzhen roza a veces la paranoia y lo acerca a los límites de la locura. Tal y como se dice en un momento del libro:

“La criptografía consiste en el esfuerzo de un genio por descubrir lo que ha ideado otro genio, con resultados devastadores”.

La trama tiene algo de novela negra y de novela de espías sin llegar ser ni una cosa ni la otra, algo de Kafka sin llegar a ser del todo kafkiana. Al igual que su trama, la estructura narrativa es bastante original, con fragmentos de entrevistas y cartas a diversos personajes que cuentan su propia visión de la historia, con una multiplicidad de puntos de vista que, sin embargo, son todos convergentes en el único factor común de toda la historia: Rong Jinzhen y su portentosa mente. Pese a su tamaño y la casi absoluta carencia de diálogos, esta novela no se hace en absoluto pesada ni decae su interés. Tal vez, la única sombra sea el último capítulo, una especie de epílogo en el que el autor nos descubre fragmentos de la libreta de trabajo de Rong Jinzhen. El propio narrador nos advierte que el contenido de la libreta no aporta nada a la historia y que puede obviarse. Hay que concederle al autor que su afirmación resultó ser honrada. Pero estas pocas páginas no desmerecen para nada el resto de la novela que está escrita con un estilo y con un ritmo admirables. Para el autor, que también perteneció al ejército chino y practicó la criptografía, esta ciencia es algo que tienen algo de diabólico, de obsesivo, un reflejo de la locura.

El don. Mai Jia. Círculo de lectores

5/5 - (1 voto)

Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

Check Also

La casa de las bellas durmientes, de Yasunari-Kawabata

La casa de las bellas durmientes, de Yasunari Kawabata: una reflexión sobre la vejez y el deseo.

El protagonista de La casa de las bellas durmientes es Eguchi,  un hombre de 67 …

Deja una respuesta