Si esto es un hombre, de Primo Levi: la obligación de resistir

Portada de Si esto es un hombre, de Primo Levi

Gran parte de la obra de Primo Levi está consagrada a contar su experiencia como testigo y superviviente de los horrores de Auschwitz. La obra Si esto es un hombre de Primo Levi recoge entre sus páginas todo lo que podemos llegar a aprender sobre la crueldad del ser humano, además de sobre la historia del continente europeo en el siglo XX. Si algo nos enseña el autor en sus atroces descripciones del horror es la necesidad de resistir. En una de las anécdotas que se relatan en el libro, uno de los presos recrimina a Primo Levi por no asearse adecuadamente. Cuando este le responde que nada importa cuando uno ya está condenado a muerte, el otro le recuerda que su obligación ética es resistir con dignidad precisamente porque el lugar que habitaban era un infierno y lo que esperaban de ellos los terribles guardianes del campo era verlos hundirse en la indignidad, verlos perder todas aquellas señas de identidad que los hacían seres humanos.

Si esto es un hombre (1947) forma parte de una gran trilogía de las memorias de Primo Levi que completan La tregua (1963) y Los hundidos y los salvados (1986). Sus líneas son aleccionadoras, terribles, honradas y muestran una conciencia política difícilmente superable, siempre expresada desde las líneas de la razón.

La veracidad reflejada en sus líneas, cargada de tragedia y esperanza hace que la obra sea uno de los grandes ejemplos de la literatura actual.

Si esto es un hombre es un libro que nos relata los horrores vividos por Primo Levi en el campo de concentración de Auschwitz, donde pasó diez meses, hasta su liberación por el ejército ruso. En esta obra el autor muestra que la principal preocupación de los prisioneros de los campos de exterminio era que, si sobrevivían, nadie llegaría a creer la atrocidad que habían vivido. Ese esfuerzo sistemático de Primo Levi por narrar una experiencia tan monstruosa y tratar de que no pareciera inconcebible queda patente en cada página y sobrecoge al lector.

El testimonio de Primo Levi destaca por su sobriedad. El autor es una víctima que, sin gritar, arrancará el grito de la garganta de sus lectores. El horror se hace realidad entre unas líneas tan inteligibles como comunicadoras de una siniestra señal de peligro. Se trata, en definitiva, de un testimonio que no pierde la fe en la razón.

Cuando Primo Levi regresó a Italia, trató de rehacer su vida trabajando como químico. Dedicaba las noches a la escritura, y estuvo trabajando en el manuscrito de Si esto es un hombre hasta su conclusión en 1947. Curiosamente, la obra fue rechazada por la editorial Einaudi por un informe negativo de la maravillosa escritora Natalia Ginzburg, que era judía, antifascista y esposa de un deportado judío a los campos nazis. Tras el rechazo de Einaudi, Primo Levi encontró un modesto editor, pero la obra pasó desapercibida y, aunque fue reeditada por Einaudi diez años más tarde, no llegó a adquirir relevancia hasta que, varios años más tarde, en 1963, Primo Levi publicó La tregua, que viene  a ser la continuación de Si esto es un hombre y relata su regreso a casa, una vez que fue liberado de Auschwitz.

Si esto es un hombre es una obra cargada de humanidad y de sentido. Con su pluma científica, Primo Levi pone toda su dedicación en dar testimonio de los terribles sucesos de los campos de exterminio, para él, mucho más que una necesidad.

En la obra podemos encontrar algunas de las páginas de la literatura más estremecedoras, a la par que reflexiones que intentan llegar a digerir algún día la barbarie vivida. Consiste pues, en una apasionante y desapasionada lectura, elemento en el que podemos encontrar la potencia de sus líneas.

Otro de los aspectos que nos sorprenden de la novela de ensayo son las relaciones sociales en el interior de los campos de exterminio, así como la organización jerárquica en ellas, dando pie a un sistema económico. Se resalta cómo la maquinaria de los nazis no es creada para matar personas, sino para poder destruir la humanidad de las mismas. Algo que queda perfectamente expresado en el poema que abre el libro:

Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.

Si esto es un hombre se lee como testimonio de un juicio, de manera descriptiva y con detalles, dejando atrás todo aquello que no fuera sentido o vivido por el propio autor. Esa es la razón por la que el nombre de Hitler no aparece en todo el libro.

Asimismo, aunque el punto de mira se centra en las víctimas y en sus vivencias, Primo Levi deja atrás toda descripción morbosa. De este modo, nos deja una obra cargada de significado, con un contenido transparente, más que capaz de conmocionar a cualquier tipo de lector.

Si esto es un hombre. Primo Levi. Austral.

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

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