Charles Dickens. Para leer al anochecer. Historias de fantasmas

Para leer al anochecerNo me negarán que comenzar el año nuevo leyendo a un clásico de la altura literaria de Charles Dickens es, sin lugar a dudas, uno de los mejores comienzos lectores posibles. La faceta de Dickens como cuentista no es la más conocida ni la más reconocida, sin embargo, leer estas pequeñas joyas literarias es como deleitarse con el sabor de un bombón, pequeño pero exquisito. Un libro exquisito en cuanto a la imaginación de la que, como siempre, hace gala su autor, que nos sumerge a lo largo de trece relatos fantásticos en el mundo de los fantasmas. No en vano, Para leer al anochecer se subtitula Historias de fantasmas y es justamente eso: una colección de relatos de temática sobrenatural, algunos de los cuales fueron publicados en la revista All the year round, propiedad del autor, y uno de ellos escrito en colaboración con su buen amigo y colega escritor Wilkie Collins.

Los relatos de Para leer al anochecer nos introducen diferentes visiones del mundo de los fantasmas contadas desde perspectivas y estilos diferentes: algunos tienen un tono de dramatismo e intensidad muy notable, rozando en ocasiones el melodrama; otros se podrían catalogar dentro de lo que hoy se denomina como literatura gótica; y los hay incluso que están narrados con una buena dosis de ironía y humor que, para cualquiera que conozca medianamente a Dickens, sabrá que tampoco le faltaba. Una combinación que, sin duda, convierte la lectura de este libro en un momento placentero. La mayor parte de los relatos se encuentran narrados en primera persona, aprovechando la técnica narrativa que Dickens manejaba con maestría y que nos produce la sensación de que estamos participando como invitados en una velada en la que tenemos la ocasión de escuchar los relatos de algunos asistentes contando sus experiencias fantasmales y los sucesos sobrenaturales que han presenciado o que a su vez otros le han relatado de primera mano. Los relatos que componen este libro son:

Para leer al anochecer, es el relato que da título al libro, en él nos encontramos a distintos narradores, en concreto, cinco guías montañeros que relatan, cada uno de ellos, sus escalofriantes experiencias sobrenaturales al pie de una montaña suiza, mientras la noche cae sobre ellos.

El guardavías, este es, desde mi punto de vista, no sólo el mejor relato del libro, sino uno de los mejores relatos de la literatura universal. La obsesión de un guardavías se ve acosado por las visiones de un terrible accidente son el fondo de este relato imprescindible que no hay que dejar de leer y releer.

El juicio por asesinato, después del anterior, es el relato que más me ha gustado. En él nos narra la historia de un hombre asesinado que se aparece a un miembro del jurado para vengar su muerte y encontrar al culpable.

La casa encantada, con geniales toques de humor y un final teñido de melancolía, inesperado y por ello genial, un relato donde la infancia es un fantasma triste que aparece para recordarnos la inocencia que jamás volverá.

El fantasma en la habitación de la desposada, es un relato en el que se nos narra la muerte lenta y agónica de una pobre muchacha sin voluntad. Este relato Dickens lo escribió en colaboración de Wilkie Collins, su gran amigo y también conocido escritor. La influencia de Collins se nota desde la primera página. Es el cuento más terrorífico de todos, sin una sola concesión al humor. El relato narra la escalofriante historia de un marido, asesino y maltratador, cuya declaración de amor a su esposa consiste en un lacónico “¡muérete!”.

El letrado y el fantasma, nos narra con cierta dorna cómo un hombre se quita de encima a un fantasma que le acecha proponiéndole un lugar mejor donde vivir.

Fantasmas de Navidad, es un relato navideño que refleja no sólo el ambiente navideño en la época victoriana, sino que contiene todos los elementos de las historias de fantasmas al más puro estilo gótico: casas encantadas, apariciones nocturnas y pesadillas varias.

Cuatro historias de fantasmas, nos cuenta, entre otras, la historia de un pintor (que posteriormente se narra de forma extendida en “La historia del retratista”) y la historia de una maldición que recae sobre una familia tras perder un amuleto que les proporcionaba fortuna.

Pálpitos confirmados, es un curioso relato que parece querer mofarse de las sesiones de espiritismo, narrándonos una en la que interviene un espíritu burlón.

La visita del señor testador, es un original relato en la que un misterioso personaje se presenta en una casa, ocupada durante años por un inquilino, para reclamar parte de sus muebles. El relato mantiene una cierta intriga al no aclarar si el personaje es un fantasma o una persona de carne y hueso.

La historia del retratista, donde conoceremos la historia completa, narrada por el propio pintor que hizo un retrato de una muchacha muerta antes de que la conociera, historia que ya fue narrada en Cuatro historias de fantasmas.

El Capitán asesino y el pacto con el Diablo, en este relato Dickens nos habla de los cuentos de miedo que se les contaba a los niños victorianos para asustarlos, a los que él achaca las irregularidades de sus digestiones.

El niño que soñó con una estrella, último relato del libro que cierra esta serie con un tono melancólico en la que un muchacho nos relata cómo echa de menos a su hermana muerta, con quien le gustaría encontrarse.

Tal y como reza el título del libro, estos son relatos que están pensados para leer a ciertas horas (preferentemente al anochecer), pero yo apuntaría también que en ciertas épocas (preferentemente otoño o invierno) porque la atmósfera nocturna de un día frío o lluvioso hace que los relatos ganen mucha más intensidad. Y no lo digo necesariamente porque piense en que provocan más miedo pues, como ya he comentado, algunos de los relatos Dickens los concibió justo con el propósito contrario: divertir y sacar una sonrisa al lector. Una sonrisa teñida de brumas, eso sí, de nieblas, chirridos y quejidos en la noche, de apariciones, personajes misteriosos y atmósferas lúgubres, pero, en definitiva, una sonrisa proveniente de excelentes historias de misterio en la mejor tradición gótica. No se las pierdan.

 Para leer al anochecer. Charles Dickens. Círculo de Lectores

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

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