La charca es una novela escrita por Manuel Zeno Gandía y fue publicada en 1894, en los años previos a la guerra hispano-norteamericana, en una época marcada por la zozobra política y una gran agitación social.
Contexto histórico y político de La charca
Manuel Zeno Gandía es uno de los autores más relevantes de la literatura puertorriqueña. Su formación universitaria se fraguó entre España y Francia. Su vida siempre estuvo marcada por el compromiso político por la autonomía de su país. Fue testigo de los últimos años del dominio español, de la efervescencia independentista, de la guerra hispano-norteamericana de 1898 y la posterior invasión proteccionista de los Estados Unidos, que dio lugar al nuevo colonialismo impuesto por este país.
La vocación literaria de Manuel Zeno Gandía comienza con el periodismo, que utilizó de forma muy activa y crítica contra todo tipo de colonialismo, pero también contra la marginación social. Siempre preocupado por la situación económica y social de Puerto Rico, esa desazón se reflejará en todas sus obras literarias, de las que La charca es quizá su máximo exponente.
En La charca, Manuel Zeno Gandía hace un fiel retrato de la sociedad campesina y rural de su época, siendo uno de los más brillantes exponentes del naturalismo hispanoamericano, muy influenciado por la obra de Zola. Esta influencia tiene su reflejo desde el propio subtítulo de la obra: Crónicas de un mundo enfermo. La charca ahonda en la crítica de un campesinado explotado por hacendados sin escrúpulos, la inmoralidad por la que se rigen los poderosos, así como la insolidaridad y el egoísmo de las clases más favorecidas.
La búsqueda del contrapunto
La novela se sitúa en el Puerto Rico de finales del siglo XIX y relata dos mundos opuestos: el de los hacendados y el de los campesinos que trabajan para ellos. Los primeros disfrutan de una vida repleta de riqueza mientras que los segundos viven sumidos en la pobreza. Es una visión realista y cruda de ese mundo dividido en dos polos.
Los personajes principales son Silvina y Marcelo. Ella es una joven de catorce años que sigue los dictados de su madre y de su marido. Pero, pese a todo, su amor por Ciro la hace oponerse a esta opresión. Su final en la obra será trágico. En el caso de Marcelo, el autor representa a este personaje como un hombre débil y que se deja llevar por la opinión de los demás, lo cual le lleva a cometer atrocidades.
Es una novela donde la tensión impregna el ambiente de la época, igualmente cargado de violencia, resentimiento, perdición y maltratos. No en vano, los temas principales de la obra giran en torno a estas circunstancias: la muerte, el machismo, la inmoralidad o el interés personal que mueve a determinados personajes a actuar.
Por su lado, el amor es un tema secundario, dado que no llega a desarrollarse de una forma tan importante como otras tramas y termina por verse superado por ellas. A su vez, la forma en la que se manifiesta es a través del amor imposible, representado por Silvina y Ciro.
Estructura de la obra
Este gran ejemplo del naturalismo hispanoamericano destaca por el uso de una estructura circular. Así, el libro empieza y acaba con gritos, causados por la misma situación. Además, a lo largo de la obra apreciamos la metáfora que implica su propio nombre. Esta se fundamenta en el comportamiento de los personajes y en el ambiente en torno al cual se suceden los acontecimientos. La charca representa una metáfora del estado de estancamiento y podredumbre en que se encontraba la sociedad puertorriqueña de la época.
Nos encontramos con unos personajes que permanecen inmutables, a pesar de que la trama tiene lugar a lo largo de cuatro años. La falta de moralidad en sus vidas es la principal causa de este estancamiento existencial. No obstante, también la podemos percibir en la realidad que muestra el autor.
Puerto Rico se muestra como un país estancado, hundido en la miseria, en la injusticia y en la ignorancia. Anclado en un atraso que no parece poder superar. Asimismo, se elige el entorno rural de un cafetal para desplegar la trama y las diferentes relaciones de los personajes, las cuales resultan negativas en ocasiones y desesperanzadoras en otras.
A medida que evoluciona la obra somos testigos de las necesidades que pasaban las gentes de la época. Nos referimos al auge del cultivo del café, a las dificultades económicas del momento y, cómo no podía ser de otro modo, a los problemas sociales que generan las desigualdades del momento. El resultado es una obra que merece la pena leer y disfrutar.
En definitiva, La charca es una novela que nos atrapará de principio a fin bajo la tumultuosa visión de Manuel Zeno Gandía. Conoceremos la vida de la época, sus dificultades y la tragedia que acompaña siempre a unos personajes que se han estancado y que viven rodeados de emociones negativas que les conducen a un final incierto.
La charca. Manuel Zeno Gandía. Espasa Calpe.