La sangre, de Tulio Manuel Cestero: una vida bajo la tiranía.

La sangre es una de las obras capitales de la literatura dominicana. Escrita por Tulio Manuel Cestero en 1914, es una novela histórica con un enfoque que refleja a la perfección el ambiente urbano y los conflictos políticos y sociales de la época.

Aunque hoy es una novela prácticamente olvidada, en su momento gozó de una enorme popularidad y repercusión en las letras hispanoamericanas. Para muchos críticos, La sangre fue la constatación de que en Hispanoamérica, al contrario de lo que muchos afirmaban, sí existían buenos novelistas.

Con una mirada severa y un lenguaje descarnado, nos presenta una impactante radiografía de la situación dominicana con una historia humana maravillosamente interesante.

Contexto de La sangre

La narración se sitúa en plena dictadura de Ulises Heureaux, más conocido como Lilís, quien impuso su autoridad en la República Dominicana por medio de la sangre. Era un personaje cínico, manipulador, implacable y carente de cualquier escrúpulo.

Su presencia condicionó negativamente la vida de los dominicanos durante dos etapas: entre 1882 y 1884, y entre 1887 y 1899, cuando fue finalmente asesinado. La inestabilidad social, la bancarrota y la pobreza generalizada fueron las principales consecuencias de su mandato.

Argumento de La sangre

Cuando leemos este libro nos situamos en la vida de Genaro Piazza tras la muerte de su padre. Hijo de inmigrantes italianos, decide invertir el dinero recibido de la herencia para concluir sus estudios secundarios y comprar bienes característicos de la aristocracia.

Su fijación es no ser despreciado por inmigrante, una obsesión derivada de sus complejos de inferioridad frente a los criollos. A través de la falsedad, los engaños y las trampas, se convierte en un estafador que vive una existencia ficticia y completamente alejada de la realidad.

Cierto día concluye que debe casarse con una mujer adinerada para resolver sus dificultades económicas. La elegida es Máxima, cuyo padre es un acaudalado estanciero, a la que consigue engatusar en su propósito. Tras desposarse comparten una vida absolutamente prescindible, desinteresada y ajena a cualquier sentimiento amoroso.

La muerte del suegro de Genaro precipita los acontecimientos y nos acerca al desenlace. En poco tiempo, nuestro protagonista dilapida toda la fortuna recibida, con desacertadas compraventas de propiedades. Las deudas con el banco van creciendo de forma exponencial y termina completamente en bancarrota.

En esa situación desesperada, crece en él un deseo de vengarse de la clase social de su mujer, por la cual nunca se ha sentido aceptado. Personaliza en Máxima, su esposa, toda su vileza y ansias de venganza: no solo la golpea y maltrata, sino que termina obligándola a compartir con él esa lamentable existencia de miseria, decrepitud y zozobra que él sí se ha ganado a pulso. La condena perpetua de su mujer supone, sin duda, una triste victoria personal para el despreciable Genaro.

Estilo y tema de la novela

No deberíamos leer esta narración sin ponerla en relación con el auténtico tema del libro: la tiranía de Lilís, caracterizada por una completa ausencia de libertad y salpicada de crímenes y dispendios que afectaron, sobre todo, a las clases sociales más desprotegidas.

Por medio de un estilo cuidado, galante y pleno de precisión, el autor nos conduce por una historia humana insondable, plagada de giros y circunstancias originales que nos conmueven, sacuden y enervan en proporciones similares.

Tulio Manuel Cestero nos deleita con una estética personalizada y rica en claridad, y maneja el lenguaje con maestría de cirujano. Sin alejarse de la sencillez, y administrando correctamente la jerga más característica del lenguaje coloquial que define a algunos personajes, nos ofrece una experiencia de lectura extraordinaria.

Si algún estilo concreto podemos asociar a esta novela dominicana, este podría ser el naturalismo. Es, sin duda, la fuente principal de la que bebe esta narración, la primera gran novela dominicana que convirtió Santo Domingo en escenario esencial de su trama.

Los lectores que anhelamos adentrarnos en la más profunda condición humana, ahondar en sus pálpitos y relacionarnos con esta oscura época de la República Dominicana, disfrutaremos de una lectura que nos dejará una profunda huella.

La sangre. Tulio Manuel Cestero. Susaeta.

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

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