Todo se desmorona, de Chinua Achebe: la tradición y el cambio

Todo se desmorona, de Chiua Achebe

En el vasto panorama de la literatura universal, pocas obras han capturado la esencia del cambio cultural y la colisión de mundos con tanta maestría como Todo se desmorona, la icónica novela del autor nigeriano Chinua Achebe. Publicada por primera vez en 1958, esta obra maestra se ha arraigado como un pilar en la exploración de la colonización, el choque cultural y la lucha por la identidad en el África precolonial. A través de su narrativa rica y evocadora, Chinua Achebe, considerado uno de los pilares de la literatura africana en inglés, logra con maestría retratar una crónica de transformación, resistencia y desesperación.

La confrontación de dos mundos

La trama de Todo se desmorona se desarrolla en el pueblo ficticio de Umuofia, habitado por el clan Igbo en Nigeria a finales del siglo XIX. El protagonista, Okonkwo, es un guerrero respetado y feroz que se aferra a las tradiciones y a los valores de su pueblo con una determinación inquebrantable. Sin embargo, su lucha por mantener la estabilidad de su comunidad y su estatus se ve amenazada por la llegada de los misioneros europeos y el establecimiento del dominio colonial.

El choque entre la cultura Igbo y las creencias occidentales es el corazón de la narrativa. A medida que los valores tradicionales se erosionan y el orden social se desintegra, Okonkwo enfrenta una lucha interna entre lo que siempre ha conocido y las nuevas influencias que desafían su identidad y su sentido de pertenencia.

La narración comienza mostrando la prosperidad de la cultura igbo, su sistema de creencias y la destreza guerrera de Okonkwo. Sin embargo, ese equilibrio se ve amenazado por la llegada de misioneros cristianos y la influencia colonial británica. A medida que la religión y la cultura tradicional chocan con las nuevas formas impuestas, Umuofia se desmorona, llevando a Okonkwo a un trágico desenlace.

Resumen de Todo se desmorona

Okonkwo ha alcanzado una posición alta en su tribu, y se le considera un hombre importante. Un día, un clan vecino comete una ofensa contra Umuofia. Para evitar la guerra, el clan ofensor entrega a Umuofia una virgen y un niño pequeño. La joven se convertirá en la nueva esposa del ofendido. El niño, cuyo nombre es Ikemefuna, debe ser sacrificado, pero no de inmediato. Vive en Umuofia durante tres años, y durante ese tiempo vive bajo el techo de Okonkwo, convirtiéndose en parte de su familia.

Pero finalmente, el oráculo pide la muerte del niño, y un grupo de hombres se lleva a Ikemefuna para matarlo en el bosque. Okonkwo, temeroso de ser percibido como débil y blando de corazón, participa en la muerte del niño. Lo hace a pesar del consejo de los ancianos del clan.

Okonkwo logra convertirse en el señor de su clan. Cuando todo parece sonreír al protagonista, un desafortunado incidente provoca que el arma de Okonkwo explote y mate accidentalmente a un niño. De acuerdo con la ley de Umuofia, Okonkwo y su familia deben exiliarse por siete años.

Okonkwo lleva el exilio con amargura. Es fundamental para sus creencias tener fe en que los hombres dominan su propio destino. Pero el accidente y el exilio son pruebas de que a veces el hombre no puede controlar su propio destino, y Okonkwo se ve obligado a volver a empezar.

Durante el exilio de Okonkwo, el hombre blanco llega a Umuofia y Mbanto. Los misioneros llegan primero, predicando una religión que a la gente igbo le parece alocada. Ganan conversos, pero en general los conversos son hombres de bajo rango o parias. Sin embargo, con el tiempo, la nueva religión gana impulso y muchos de los habitantes de su tribu terminan convirtiéndose a la nueva religión. Es en ese momento cuando, desde la perspectiva de Okonkwo, todo se desmorona.

Estilo narrativo y profundidad temática

Chinua Achebe fusiona hábilmente el realismo y la tradición oral en su narrativa. Su prosa es lúcida y cautivadora, y su habilidad para alternar entre descripciones detalladas y diálogos vivaces permite que los personajes cobren vida, dotándolos de profundidad y humanidad.

En Todo se desmorona, el autor hace uso de una prosa rica y evocadora que transporta a los lectores a las llanuras africanas y los invita a sentir y experimentar la vida en Umuofia. Achebe entrelaza la sabiduría de los proverbios Igbo con una narración lírica que enriquece la trama y aporta profundidad a los personajes y sus emociones.

Esta novela aborda una amplia gama de temas universales, como el conflicto entre tradición y cambio, la lucha por el poder y la identidad cultural, y la fragilidad de las estructuras sociales. Todo se desmorona no solo arroja luz sobre la resistencia y el impacto de la colonización en África, sino que también plantea preguntas filosóficas sobre la naturaleza humana y la búsqueda del significado en medio de la adversidad.

A través de la lente de Okonkwo, Chinua Achebe explora la lucha interna entre el deseo de mantener las tradiciones y la necesidad de adaptarse a los cambios inevitables. Los ricos detalles de la vida cotidiana, las conversaciones y los rituales proporcionan una perspectiva única de la mentalidad y el espíritu del pueblo igbo.

Una lectura recomendada

Todo se desmorona resuena universalmente debido a su profundo análisis de temas universales como el choque cultural, la identidad y la pérdida. Chinua Achebe humaniza a sus personajes, permitiendo a los lectores conectar con sus luchas y dilemas. La novela desafía la noción simplista de que una cultura es superior a otra y, en su lugar, presenta las complejidades y matices inherentes a cualquier sociedad en proceso de cambio.

El autor también se aventura a examinar cómo el poder y el miedo pueden moldear a un hombre, explorando la fragilidad de la masculinidad y la búsqueda incesante de la autoafirmación. A medida que Okonkwo se enfrenta a los cambios que amenazan su forma de vida, los lectores son testigos de su lucha por mantener su orgullo y honor, a menudo a expensas de la armonía social.

Conclusión

En última instancia, Todo se desmorona trasciende las barreras culturales y geográficas, ofreciendo una ventana a la historia africana y sus complejidades. Con un estilo narrativo cautivador y una profundidad temática significativa, Chinua Achebe ha creado una obra maestra que resuena en el corazón de aquellos que buscan comprender la intersección de la tradición y el cambio en el mundo moderno.

Todo se desmorona. Chiua Achebe. Debolsillo.

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

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