Haruki Murakami es uno de esos autores contemporáneos a los que el Premio Nobel de Literatura les persigue y se les escapa al mismo tiempo. La novela Tokio Blues, subtiltulada como Norwegian Wood fue publicada en 1987 y se trata, posiblemente, si no de la obra más exitosa de Haruki Murakami, la que lo lanzó a la fama y el reconocimiento literario.
Tokio Blues es una conmovedora historia sobre la juventud, sobre los primeros amores y el dolor que implica el paso a la madurez, con la pérdida y la sexualidad como temas principales de su trama.
Una trama profunda
La novela de Haruki Murakami se centra en el personaje Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años que recuerda algunos momentos de su juventud que lo marcaron. Al llegar a un aeropuerto europeo, Toru rememora parte de sus años como estudiante universitario en Tokio. Este viaje en su memoria lleva al lector a los años 60, una época que recuerda con cierta melancolía. Esta década estaba marcada por las protestas de los estudiantes contra el orden establecido, algo que sucedía en diversos países y que se recuerda sobre todo por el famoso movimiento de mayo del 68 en Francia.
No obstante, el autor retrata ese movimiento estudiantil como débil e hipócrita, aunque lo principal son los recuerdos de Toru. De aquellos turbulentos años, el protagonista comienza rememorando su relación con su mejor amigo, Kizuki, a quien conocía desde la adolescencia. También recuerda a la novia de este, Naoko, una mujer inestable y misteriosa con la cual mantendrá una relación íntima tras el suicidio de su mejor amigo.
El idilio termina por la inestabilidad mental de la chica, quien acaba en un centro de reposo. Sin embargo, se enamora al poco de Midori, quien lo deslumbra por ser una persona activa y resuelta. El amor crece entre ambos, pero Toru no olvida a Naoko. Así, surge un triángulo amoroso que marcará toda la narración, sembrado por las dudas, los temores y el sexo. Además, a todos estos sentimientos hay que unir la fragilidad de la juventud, la búsqueda de un lugar en el mundo y la madurez de todo individuo.
Una pequeña joya
Pese a ser una novela no demasiado larga, Tokio Blues no destaca por su ligereza. La profundidad de los dilemas del personaje central, la calidad de la narración de la que hace gala Haruki Murakami, la puesta en escena cargada de referencias musicales y la compleja relación que surge entre los personajes son los puntos fuertes que marcan el carácter de la obra. El suicidio de Kizuki tendrá un gran impacto en la vida de Toru y acabará con la salud mental de Naoko.
Los diálogos son un aspecto fundamental de Tokio Blues, ya que son la ventana que te permite ver el interior de los personajes. Además, las pérdidas que experimentan estos también son fundamentales para entender el desarrollo del argumento. El suicidio de Kizuki marca a Toru y Naoko, quienes se separan y vuelven a encontrarse para que surja el amor; el cual no termina de fraguar por la inestabilidad mental de la mujer.
Así, Toru cae en la confusión y no logra encajar del todo la pérdida, lo cual logra superar parcialmente tras conocer a Midori. Esta destaca por su gran fortaleza, pese a tener que cargar con sus propias experiencias. El amor crece, pero el chico no deja de enviar cartas a Naoko. Poco a poco la trama se va desarrollando, con los sentimientos como uno de los ejes vertebrados principales.
Para aquellos lectores amantes de la literatura introspectiva y la reflexiva, Tokio Blues resultará una grata experiencia. En un mundo donde la superficialidad alcanza cotas cada vez más altas, Haruki Murakami constituye un soplo de aire fresco para aquellas personas que buscan una relación más profunda con las letras.
En definitiva, Haruki Murakami demuestra su maestría al manejar con soltura un tema que, pese a haber sido muy utilizado en la literatura: el triángulo amoroso, tiene una puesta en escena única, intimista, detallista y con un estilo muy personal que, sin duda, merece la pena conocer.
Tokio Blues. Haruki Murakami. Tusquets.