Catedral de Raymond Carver: relatos de la vida cotidiana

Catedral, de Raymond Carver es una colección de relatos que captura la esencia de la vida cotidiana y las complejidades de las relaciones humanas. Como todos los relatos de este autor, se caracterizan por un estilo minimalista, con una prosa sin adornos y diálogos breves pero con mucho subtexto.

A través de una prosa sencilla pero penetrante, Carver teje historias que revelan la belleza y la tragedia de la existencia humana, revelando la profundidad emocional que subyace en situaciones aparentemente triviales.

Instantáneas de la vida cotidiana

La colección presenta una serie de relatos que exploran la vida de personas comunes en situaciones ordinarias. Desde encuentros casuales hasta conversaciones íntimas en el hogar, Carver pinta un retrato vívido y auténtico de la vida tal como es. Cada relato es una instantánea de la vida cotidiana, capturando momentos de alegría, dolor, soledad y conexión.

A través de personajes bien desarrollados y situaciones realistas, Carver nos invita a reflexionar sobre la naturaleza humana y las complejidades de las relaciones interpersonales. Sus historias son profundamente conmovedoras y nos recuerdan la belleza y la fragilidad de la vida.

Prosa concisa y evocadora

La prosa de Carver es conocida por su concisión y su capacidad para evocar emociones con unas pocas palabras. Su estilo narrativo es directo y despojado, pero profundamente conmovedor. A través de frases cortas y diálogos auténticos, Carver crea una atmósfera íntima y envolvente que permite al lector conectarse con los personajes y sus experiencias.

La simplicidad de la prosa de Carver es su mayor fortaleza, permitiendo que la profundidad emocional de sus historias brille a través de cada palabra. Su habilidad para capturar la esencia de la vida cotidiana con una claridad asombrosa hace que Catedral sea una lectura verdaderamente inolvidable.

Los relatos de Catedral

Plumas: una pareja sin hijos va a cenar por compromiso a la casa de unos amigos que tienen un niño pequeño. La mujer se siente un poco forzada a ir pues no conoce a los anfitriones, pero el marido insiste. Todo el relato transcurre durante esa cena en la que aparecerán como elementos disruptivos el bebé y la extraña mascota que tienen los anfitriones: un pavo. En el subtexto aparece la maternidad y me recordó, por el concepto, al relato “El gato bajo la lluvia”, de Hemingway.

La casa de Chef: un hombre llama a su expareja para que vaya con él a una casa que ha alquilado en la playa y tratar de recomponer la relación que rompieron hace meses. Extrañamente, aunque ella tiene otra pareja, acepta. Un relato extraordinario sobre la dificultad de recomenzar relaciones, la imposibilidad de cambiar y la soledad.

Conservación: se trata de un cuento muy corto en el que se describe los efectos de la inacción de una persona que se queda sin trabajo, y su impotencia le lleva a sentarse en el sofá de su casa desde donde parece no querer moverse, a pesar de que su mujer trata de animarlo e incentivarlo para encontrar un nuevo empleo.

El compartimiento: narra un viaje en tren por Francia de un hombre que al parecer planea reencontrarse con su hijo, al que no ve desde hace años. El viaje se convierte en una serie de despropósitos, pues el hombre descubre que le han robado la cartera, que desalientan al viajero de su objetivo.

Parece una tontería: uno de los relatos más potentes. Un niño que está próximo a celebrar su cumpleaños sufre un inoportuno accedente que lo lleva al hospital. Los padres pasan día y noche con él, y mientras lo hacen, no paran de recibir llamadas del pastelero al que le han encargado la tarta para su cumpleaños. Tiene uno de los finales más sobrecogedores de toda la colección de relatos.

Vitaminas: trata sobre una mujer joven que tiene una serie de empleadas a su cargo que se dedican a vender vitaminas a domicilio.

Cuidado: relato curioso por la manera elíptica de narrar una cosa centrándose en un asunto aparentemente inocuo: un hombre que acaba de separarse tiene un tapón en el oído y le pide ayuda a su mujer para destaponarlo echándole aceite. La maestría de Carver está, nuevamente, en el subtexto: el protagonista y su mujer están proyectan el presente de su relación en la limpieza de un tapón de cera; y cada acto confiere estructura a su historia de desamor.

Desde donde llamo: confronta la vida dos personas internadas en un centro de desintoxicación para alcohólicos. No es el único cuento en el que se trata el tema del alcoholismo, pero sí el único de la colección en el que esa temática es la protagonista.

El tren: en este magnífico cuento dedicado a John Cheever (como curiosidad, parte del final de un relato de Cheever titulado El tren de las cinco y cuarenta y ocho) Carver nos presenta el encuentro fortuito de tres personas que han cometido algo indeterminado que nunca se llega a explicar. El lector puede pensar en un crimen, una traición, una fuga o cualquier cosa. La genialidad del relato estriba precisamente en eso: el lector no posee ninguna certeza de nada. Al subir al tren, los pasajeros divagan sobre la historia de esos rostros sin nombre y piensan vagamente que los tres van juntos. Pero los tres personajes terminan diluidos entre el resto de pasajeros, y sus identidades se desvanecen en el anonimato, como la de los demás viajeros.

Fiebre: un hombre al que ha abandonado su mujer tiene que hacerse cargo de sus hijos. Dado que el trabajo le impide pasar mucho tiempo con ellos, se ve obligado a contratar una niñera. La primera resulta ser un desastre, pero la segunda es una mujer adulta que sabe tratar a los niños. Todo se complica cuando el padre cae enfermo, con mucha fiebre, y la niñera se convierte en su propia cuidadora. Un relato magistral, en el más puro estilo de Carver.

La brida: una peluquera y esteticista alquila un apartamento a una familia proveniente de un entorno rural. En esta ocasión Carver hace una crítica sutil del racismo y de la falta de empatía y la indiferencia de la gente de ciudad hacia los “paletos” que tratan de ganarse la vida como pueden. Carver nos describe magistralmente a unos personajes perdidos, tristes, pobres, con vicios como el alcohol o el juego. Se emborrachan y hay un accidente que desencadena el final.

Catedral: es uno de los más celebrados y simbólicos del autor, una auténtica obra maestra y, sin lugar a dudas, el mejor de la colección. En este relato, un hombre ciego visita a una pareja, provocando una serie de interacciones que llevan al narrador, un hombre inicialmente escéptico y desconectado, a una revelación sobre la comunicación y la empatía. Este cuento, como muchos otros en la colección, destila una sensación de esperanza y conexión humana, temas que resonarán con muchos lectores.

Soledad, comunicación y redención

A lo largo de la colección de relatos, Carver explora temas como la soledad, la incomunicación y la búsqueda de redención. Sus historias nos muestran cómo las relaciones humanas pueden ser complicadas y a menudo están marcadas por malentendidos y desconexiones. Sin embargo, también nos muestran la capacidad del amor y la compasión para trascender estas barreras y encontrar significado en nuestras vidas.

Catedral no solo es un testimonio de la habilidad de Carver para destilar la esencia de la experiencia humana en historias breves, sino que también marca una evolución en su obra hacia un mayor optimismo y apertura emocional. La influencia de esta colección en el panorama literario es vasta, estableciendo a Carver no solo como un maestro del relato corto, sino también como un cronista esencial de la vida estadounidense de su época.

Conclusión

En todos los relatos de Catedral, Raymond Carver llega a la mayor abstracción a través de lo extremadamente concreto, donde todo parece abundar en significados ocultos. Nada produce un efecto más inquietante que enumerar con precisión, como en un inventario, algo que carece de todo significado.

En conclusión, Catedral es una obra maestra del género del relato corto y una celebración de la humanidad en todas sus formas, desde los momentos más oscuros hasta los más luminosos. A través de sus relatos, Carver nos recuerda la importancia de la empatía y la conexión humana en un mundo lleno de incertidumbre y dolor.

Catedral. Raymond Carver. Anagrama.