Zorba el griego, de Nikos Kazantzakis: un canto a la libertad y la pasión de vivir

La novela Zorba el griego del autor griego Nikos Kazantzakis es una oda vitalista a la libertad, la pasión y la búsqueda del sentido de la vida. A través de la mirada de un intelectual llamado simplemente «el narrador» y su encuentro con el carismático Zorba, la historia nos lleva a un viaje emocional por las colinas de Creta y el alma humana.

El encuentro con Zorba el griego: dos mundos, dos filosofías

La trama comienza cuando el narrador, un hombre joven que vive en su mundo de libros y reflexiones intelectuales, viaja a Creta para administrar una mina que ha heredado. Allí conoce a Zorba, un griego de sesenta años pero apasionado y lleno de vida, cuyo espíritu libre choca con la reserva y la intelectualidad del narrador.

Zorba convence al joven para que lo contrate, y para ello le expone todas sus cualidades: ha sido minero, cocinero y además sabe tocar el santur y bailar. El joven queda fascinado por la espontaneidad  y sinceridad de Zorba y juntos llegan a la localidad donde se encuentra la mina.

Allí compartirán una habitación en un hotel local regentado por una vieja viuda. Durante todo el tiempo que conviven, ambos comienzan a conocerse mutuamente, aunque sus formas de entender la vida son radicalmente opuestas.

La novela presenta un contraste notable entre estos dos personajes. Zorba es un hombre de acción, cuyo lema es disfrutar de la vida al máximo, mientras que el narrador es un filósofo que cuestiona constantemente el propósito de la existencia.

A través de su amistad y su interacción, Nikos Kazantzakis explora las tensiones entre la contemplación intelectual y la acción vital, la tradición y la modernidad, la libertad y la conformidad. Valga como muestra de ese antagonismo esta cita:

“¡Entiendes!—gritó Zorba, como si de pronto se hubiera enojado—, entiendes, ¡y eso es lo que acabará contigo! Si no entendieras, serías feliz. ¿Qué te falta? Eres joven, tienes dinero, eres inteligente, eres fuerte, eres una buena persona, no te falta nada. ¡No te falta nada, maldita sea! Sólo una cosa, ya te lo dije, locura. Y cuando te falta eso, patrón…”

Estilo narrativo vibrante y apasionado

Nikos Kazantzakis utiliza un estilo narrativo vibrante y apasionado que refleja la propia naturaleza de Zorba. Sus descripciones de la belleza de Creta y la vida cotidiana en la isla están llenas de color y detalle. La prosa fluye con una vitalidad que emana del personaje central, Zorba, y su amor por la música, la danza, las mujeres y el vino.

A medida que la historia se desarrolla, Nikos Kazantzakis no solo nos lleva a través de los eventos de la trama, sino que también nos sumerge en las reflexiones y dilemas filosóficos del narrador. La combinación de una narrativa rica y un profundo cuestionamiento existencial convierte a Zorba el griego en una experiencia literaria cautivadora.

En Zorba el griego se deja traslucir el pensamiento socialista del narrador. Cuando la mina se reabre, el joven desea confraternizar con los trabajadores, pero Zorba le advierte que es mejor que mantenga las distancias.

“¡El hombre es una bestia! Una gran bestia…Si eres malo con él, te respetará y te temerá; si eres bueno con él, te arrancará los ojos.”

No es este el único consejo que Zorba le dará a su patrón a lo largo de la novela, dando muestras de un sentido común atípico, cargado de rudeza, como en este fragmento:

“Deja en paz a la gente, patrón, no les abras los ojos. Si acaso se los abrieras, ¿Qué verían? ¡La miseria propia! Déjaselos, pues, bien cerrados, para que sigan con sus sueños.”

Una lección de vida atemporal

Zorba el griego es una novela que trasciende el tiempo y el espacio. A pesar de estar ambientada en la Grecia del primer tercio del siglo XX, las lecciones sobre la vida, la muerte, el amor y la libertad que presenta son atemporales. La obra nos recuerda la importancia de abrazar la pasión y la espontaneidad, de disfrutar de los pequeños placeres de la vida y de enfrentar la inevitabilidad de la muerte con coraje y gratitud.

A través de Zorba el griego, Kazantzakis nos presenta un personaje que encarna la esencia misma de la libertad y la vitalidad. La novela es una celebración de la humanidad en todas sus facetas, con sus alegrías y tristezas, sus éxitos y fracasos. Nos desafía a vivir con la misma intensidad y pasión que Zorba, a abrazar la vida en toda su complejidad y a encontrar el significado en la experiencia misma.

Una lectura imprescindible para los buscadores de la verdad

Zorba el griego es una obra literaria que resuena profundamente en el alma de quienes buscan una conexión más profunda con la vida y la existencia. A través de su estilo narrativo apasionado y su exploración de temas universales, Nikos Kazantzakis nos regala una lección de vida que continúa inspirando a generaciones de lectores a abrazar la libertad, la pasión y la alegría de vivir. Esta novela es, sin duda, una lectura imprescindible para aquellos que buscan el significado de la existencia en un mundo lleno de maravillas y desafíos.

Zorba el griego. Nikos Kazantzakis. Acantilado.