La novela autobiográfica El pan a secas, escrita por el escritor marroquí Mohamed Chukri, relata su dura infancia y juventud en Marruecos en un ambiente de pobreza, violencia, drogas y prostitución. La obra de estilo realista y directo es considerada una obra de culto, y durante mucho tiempo su publicación estuvo prohibida en Marruecos.
Esa censura se produjo, sobre todo, por el tono “demasiado realista” que Mohamed Chukri emplea en El pan a secas, con escenas explícitas de sexo con prostitutas, o relaciones de tipo homosexual que se consideraron como inmorales y pornográficas. Tanto es así, que Chukri recibió algunas amenazas de muerte de ciertos sectores integristas por dar una imagen “sucia” de Marruecos.
No en vano, El pan a secas se dio a conocer a nivel internacional mucho antes que en Marruecos debido a la traducción al inglés que Paul Bowles realizó en 1973. Mohamed Chukri lo traducía en su cabeza del árabe clásico al español y se lo iba dictando a Bowles, que lo traducía al inglés.
La vida de Mohamed Chukri en su obra El pan a secas
La infancia de Mohamed Chukri en el Rif estuvo marcada por la más absoluta miseria. El hambre, la brutalidad de su padre y el paisaje demacrado por la pobreza, fueron el telón de fondo de una vida donde la lucha por la supervivencia era continua.
El padre de Mohamed Chukri desertó del ejército colonial español, lo que le valió una condena a dos años de prisión. La familia de Chukri se trasladó a Tánger, donde comienza la historia de El pan a secas.
Debido a la situación económica de su familia, Chukri se vio obligado a tomar medidas extremas para sobrevivir. Durante su infancia y juventud padeció hambre, frío y abuso, y tuvo que realizar trabajos precarios para poder subsistir. Sin embargo, en medio de este ambiente hostil, el joven Chukri encontró en la literatura una vía de escape y una forma de aprendizaje alternativa.
En Tánger, Mohamed Chukri aprendió español, frecuentaba los prostíbulos y las tabernas y trataba se ganarse la vida haciendo toda clase de trabajos con los que trataba de mantenerse y subsistir.
Una vida rodeada de miseria y sexo
La vida del autor siempre estuvo rodeada de situaciones extremas, tanto en su infancia como en su juventud. Su realidad diaria estuvo marcada por el sexo y la miseria, y las drogas se convirtieron en un medio de escape frecuente para hacer frente a su realidad. Pero, a pesar de todo esto, aunque fuera de forma tardía, Chukri terminó interesándose por la literatura y cultivó su pasión por la escritura, que finalmente le llevaría a escribir su obra cumbre, El pan a secas.
En aquel entorno de hambre, el futuro escritor describe un núcleo familiar horripilante. Su padre era una mala bestia, desempleado, maltratador y alcohólico, que sometía a palizas constantes a su mujer y a sus hijos y que, en un momento de cólera, mató al hermano pequeño de Mohamed con una de sus palizas.
En cuanto a su madre, Chukri la describe como una mujer cariñosa, pero sumisa y doblegada. El hambre les llevaba a hurgar en las basuras e incluso a intentar cocinar animales muertos, carroña.
Sobrevivir al hambre
El título de la novela, El pan a secas, hace referencia al único alimento que a veces podían llevarse a la boca. Ante ese panorama de violencia y miseria, la huida aparece en el horizonte de Chukri como la única alternativa a la cruda y dramática realidad de una vida sin oportunidades de ningún tipo.
En la novela, dura, descarnada, el autor nos habla de cómo llegó a prostituirse para sobrevivir. Para llegar a soportar esa penuria, Chukri recurría al alcohol, las drogas, y la falsa pasión que le ofrecían algunas prostitutas.
La forma en la que Chukri narra su historia resulta impactante. Los detalles crueles y explícitos que presenta en la novela son una muestra de la capacidad del autor para capturar la realidad de forma fiel y directa, sin dejarse influenciar por los juicios ni prejuicios. El estilo realista y contundente de Chukri le ha ganado críticas por su forma de tratar temas tabúes, pero también elogios por su valentía al hacerlo, como el que le hizo Juan Goytisolo cuando declaró que El pan a secas era “la primera autobiografía árabe honesta, sincera, verdadera”.
La compasión en medio de la crudeza y audacia
A pesar de la dureza de los temas que aborda Chukri, la novela no está exenta de compasión. El autor describe magistralmente los sentimientos y las emociones de los personajes, especialmente de los más vulnerables, lo que permite al lector conectar con ellos de forma profunda. Esta humanidad en los personajes permite que la novela no sea solo un relato de situaciones terribles, sino también una obra de gran valor humanista.
El contexto político y social de la época en Marruecos
Para comprender completamente El pan a secas, es necesario tener en cuenta la situación política y social de Marruecos en la época en que se desarrolla la historia. Y ese contexto viene dado por los duros años del protectorado español en el Rif, cuando el colonialismo trajo consigo la violencia y la miseria.
La pobreza, la falta de oportunidades y la opresión política son elementos que Chukri incorpora a su narración. Los personajes de la novela se encuentran atrapados en un sistema que los margina y los convierte en víctimas de un entorno hostil. La sensación de abandono y la inseguridad cotidiana que describe Chukri son representativas del contexto histórico en Marruecos.
La obra de Mohamed Chukri y su legado
En la actualidad, Mohamed Chukri está considerado como uno de los grandes escritores contemporáneos gracias a su estilo único e innovador. La crudeza y audacia literaria de Chukri, y su habilidad para tratar temas controvertidos le han ganado un lugar especial en el mundo de la literatura. Chukri ha influido en muchos autores tanto del Magreb como de otras partes del mundo, y su legado continúa vivo hoy en día.
Mohamed Chukri no solo a sido un referente para la literatura magrebí contemporánea sino que ha traducido al árabe multitud autores españoles, sobre todo poetas. Su trabajo ha sido crucial en la lucha contra la censura y la opresión en un mundo en el que la libertad de expresión sigue siendo un derecho precario. El legado de Chukri ha sido enriquecido gracias a los escritores que se han inspirado en él, y ha dejado una marca indeleble en la literatura del mundo árabe y de todas partes.
El pan a secas. Mohamed Chukri. Cabaret Voltaire.